Quien soy y por qué hago esto
Me llamo Sonia Vicario. Oficialmente, en mi nombre llevo delante un Ester... pero nadie me llama así.
Mi DNI dice que nací en 1962, por lo que algunos pueden pensar que soy mayor. Pero siempre me he sentido joven, con muchas ganas de colaborar en hacer un mundo más humano.
Me dedico a la formación y consultoría técnica en el ámbito de la hostelería. La empresa en la que trabajo se llama Ceicid: un grupo de buena gente con la que es muy fácil llevarse bien.
Mi trabajo llena muchas horas y disfruto con él.. Procuro estar siempre aprendiendo de quienes saben más y sacar partido a los errores: así, pienso que he acumulado un cierto saber que puedo compartir con los demás.
El mes de agosto de 2018 no se me va a ir de la memoria en mucho tiempo. Mi empresa me facilitó la posibilidad de ir dos semanas a Venezuela, para colaborar como voluntaria con mi trabajo: ¡fascinante!. Acabo de volver... y sin decir nada a nadie, antes de comenzar a ponerme al día con las tareas pendientes en España, lanzo este Proyecto Gacamayas sobre Caracas, al que he ido dando vueltas mientras estaba allí.
En Caracas es frecuente ver a las guacamayas volando sobre la ciudad: unos pájaros preciosos, que siempre vuelan acompañados, al menos de dos en dos. Entre las impresiones que he tenido estos días, la que más me ha marcado es la falta de libertad, provocada por la inseguridad y el alto grado de delincuencia en las calles. Se puede decir que los venezolanos están presos en sus casas; no son libres para andar por la calle, los niños no pueden jugar en los parques... ¡Sólo las guacamayas son libres!
He conocido gente maravillosa, que no abandona su tierra -pudiendo- porque quieren ayudar a los que no pueden irse y trabajar para mantener a flote su país, con la esperanza de que algún día las cosas cambien. Me han dado un gran ejemplo de generosidad, solidaridad, coraje y alegría. ¡A esa gente quiero seguir ayudando desde España!.
Sueño con que nuestra ayuda pueda ser tan gratificante para los venezolanos como el vuelo de las guacamayas cada mañana y cada tarde, cuando van y vienen desde el Botánico al Monte Avila!.